jueves, 6 de septiembre de 2012

Capítulo 1. Free fallin'


Hola,si eres un nuevo lector,te sugiero para mayor disfrute,y que puedas comprender del todo cómo funciona esta Internovela,que te dirijas a la entrada llamada Instrucciones de Uso y leas su contenido. Gracias por tu atención :)
Narra ¿....?

"Si lo buscarais, tengo la extraña sensación de que descubriríais que el amor en realidad, está en todas partes".

Ignoro si está en todas partes,sólo lo he descubierto un lugar en el que puedo contemplarlo a mi gusto con sólo desearlo. Eso sí,de 16:00 a 21:30 horas. Pasado ese horario,tengo que conformarme con la esperanza de volver al día siguiente. De este modo,el lugar en el que paso todas mis tardes desde un bendito miércoles en el que me apeteció presentarme por allí,es la cafetería Monmouth. En este rincón se sirve un café delicioso, hasta ahora uno de los mejores que he probado en Londres. Ubicado en frente de Borough Market es el mejor lugar para a cualquier hora sentarse a observar los personajes pasar. Y,sin duda,también es un lugar ideal para enamorarse.



Narra Nicole.
Dicen que cuando conoces al amor de tu vida,el tiempo se detiene...
Big Fish.
Mi película favorita.
La descubrí cuando tenía diez años,pero no es hasta la edad de quince años cuando me decidí a verla dedicándole mis cinco sentidos desde el principio hasta el final. Y diré sin pensarlo dos veces que es la mejor decisión que he tomado nunca. Esa película me ha cambiado la vida. Lloré desconsoladamente en el final,lo cual es raro. No me explico por qué Titanic me dejó fría(¡Qué digo fría!¡Helada!)y por el contrario,las lágrimas corren a sus anchas por mis mejillas cuando el protagonista,el de las descabelladas locuras...¡Uy!¡Un momento! No contaré el final,tal vez alguno de los que leéis ahora esto estéis interesadas en ver la peli,y no seré yo quien os la estropee. No hay nada en Big fish con lo que esté en desacuerdo. Nada. Bueno tal vez con la frase que he escrito al comienzo de esta narración. Soy romántica como ninguna otra,pero eso de que cuando encuentras al amor de tu vida se detiene el tiempo... No sé. A mí,en todo caso,cuando lo encontré a él,se me detuvo el corazón. Que casi me da un jamacuco ahí mismo. El problema es que,tal vez dejó de latirme por razones equivocadas. Intentaré ser clara. ¿Si se te detiene el corazón cuando ves a un famoso?¿Es por amor o por el simple hecho de estar frente a semejante personaje?Uff...ya,es complicado. Mejor hago un flashback de esos que están de moda. Y revivimos esta historia juntos. ¿Os parece? No respondáis. Allá vamos.
Estoy limpiando una montaña de tazas que me esperaban apiladas en forma de Torre de Pisa en el fregadero de la cocina. Si no les saco brillo yo,estoy convencida de que nadie se molestará en hacerlo. Es lo malo de ser la nueva en cualquier trabajo,las tareas más sucias te las dejan a ti. Ahora soy conocida por aquí como la chica-estropajo,o como ellos dicen: scourer-woman. Sí,trabajo como camarera suplente en una buena cafetería de Londres. Aún se me escapa el por qué de algo tan absurdo como camarera suplente. Supongo que hay puestos para todo en este mundo. A pesar de que odio lavar platos a mano y estar tan lejos de mi hogar,no me quejo. Gracias a este trabajo,puedo permitirme los estudios en la prestigiosa universidad de la ciudad. Conseguí una beca,pero este último semestre he flaqueado un poco y me la han retirado. De modo que sólo tengo este sueldo y poco más para pagar mis gastos y el alquiler del piso. Es céntrico,pero por suerte,comparto esa cuota con tres amigas más. Vinimos juntas a vivir esta apasionante experiencia. Y juntas la estamos viviendo. Cada una busca trabajo donde puede. Y a mí me ha tocado éste. Como digo,no me quejo,podría ser mucho peor.
Upps.
No queda Mistol.o como lo llamen en este país. Sí,me apaño bastante bien con el inglés,pero todavía hay palabras que se me escapan,como ésta. A ver ahora yo cómo se lo explico al encargado. Llevaré el bote y punto. No veo otra solución más sencilla. Así que lo agarro con las manos aún mojadas y dejo atrás la cocina pra asomarme al mostrador. Me encuentro a toda la plantilla reunida en una esquina formando un corro y cuchicheando. Esto sí que es extraño,y un poco inquietante. Me acerco dudosa. Llevo tres meses,pero aún siento reparo al preguntar según qué cosas. Las tres camareras,que también rodan la veintena,hiperventilan o algo parecido mientras se llevan la mano a la boca ahogando su emoción. Está bien,ahora siento terror. ¿Se puede saber qué está pasando?
  • ¿Qué ocurre?
El encargado,un hombre con el rostro serio y curtido por los años,se vuelve y me observa con cara de circunstancias. Retrocedo un poco. Ese hombre siempre consigue infringirme un respeto,más bien temor,que no soy capaz de superar. Me indica con un gesto de la mano que me aproxime. Antes de que lo haga,se vuelve y retorna a los cuchicheos. La diferencia es que ahora sí me entero,porque me estoy acercando a su corrillo y tengo autoridad para hacerlo. Sólo cumplo órdenes. El encargado comenta algo con uno de los camareros.
  • Puede que ella...
  • Si ni siquiera es de aquí.
  • ¡Por eso mismo! Sería la más indicada.
Ya he llegado a ellos dos. Y a consecuencia,enmudecen de inmediato. El camarero se retira un par de pasos,pero tropieza por el camino y acaba arrastrando con él al suelo un par de platos,que se rompen en diminutos pedazos. El estruendo resuena por toda la cafetería,lo que provoca un exabrupto exasperado del encargado. Puede que sólo sea mi impresión,no obstante,diría que andan todos un poco nerviosos.
El empleado patoso(Nick,creo que se llama)recoge con habilidad los platos rotos apenas medio segundo después de haber formado el estropicio. Lo veo barrer y no me extraña que yo me tenga que conformar con fregar platos,jamás alcanzaré el nivel de habilidad barriendo que posee este chico. Cualificado para el puesto está,no hay duda de ello.
A todo esto que noto una mano en mi hombro. Reacciono bruscaente,soy poco cariñosa,lo reconozco. No me gustan las confianzas. Aunque en cuanto me doy la vuelta,lamento no ser un poco más tranquila con mis reacciones. Es el encargado el que me ha tocado. Y lejos de estar molesto con mi actuación,la ignora completamente y me pide que me acerque al otro lado de la barra. Asiento y de nuevo cumplo órdenes. Él me sigue guardando las distancias,y ambos nos desplazamos al estremo de la sala,desde donde puedes salir a servir mesas y tomar nota,o internarte en la cocina,mi guarida personal.
Miro intrigada a mi jefe. Ya estamos aquí. ¿Y ahora qué? Éñ aproxima mucho la boca a mi oreja derecha,y me susurra con complicidad,lo cual me provoca una sensación muy desagradable. Ese hombre me saca al menos treinta años.
  • Méndez,- Sí,como buen jefe imponente,me llama por mi apellido.- disimula y no muestres ninguna expresión.- Asiento lentamente,un poco,bastante,compungida.- Ahora,quiero que muy despacito,sin que apenas se note,gires la cabeza y divises la mesa seis,la que está situada junto al ventanal,esquina derecha. Y te lo repito,disimula.
Sus palabras me inquietan muchísimo,y a la vez me causan un interés desproporcionado. Quiero volverme de una vez por todas y saber qué sucede en la mesa seis,pero no olvido que necesito este trabajo como pez el agua. Por el tono del encargado,intuyo que se trata de algo muy importante,y no quiero jugarme el puesto desobedeciendo sus órdenes.
Así que actúo siguiendo al pie de la letra cada una de sus indicaciones. Simulo que echo un ligero vistazo por lo clientes que están allí,sin embargo,detengo instantanea y efectivamente la mirada en la mesa señalada. ¡Y madre del amor hermoso lo que ven mis ojos! Dos chicos que me son muy conocidos estan sentados en ella. Uno más que otro. Al menos a mí,me llama más la atención. Hablan distraídos,ajenos al revuelo que podría suponer su presencia en este lugar. Tengo ganas de chillar,de llorar de la emoción,de hiperventilar,pero yo no soy. Aunque pueda estar experimentando cierta sorpresa infinita por dentro,no voy a exteriorizarlo. Va por delantee mi trabajo en la cafetería y el sueldo tan necesario que gano gracias a él. Así que me trago mis emociones y regreso a esa esquina,con el encargado,mirándolo como si nada.
  • Ya.- Le contesto con sequedad.
  • ¿Y bien?
Trago saliva. ¿Y bien qué? No sé que espera que responda. Ignoro si quiere una respuesta de fan alocada,o una respuesta de chica que ignora totalmente a qué se debe tanto revuelo. Si hago lo primero,actuaré como las otras camareras,y no creo que busque exactamente ese comportamiento. Si,por el contrario,me decido por la segunda forma,tal vez parezca una inculta. Estamos en Londres. Aquí eres un estúpido si no sabes quiénes son los chicos de la mesa seis.
En fin,el hombre que tengo delante busca una respuesta,y la quiere ya. Quizá la solución sea profesionalidad ante todo,y,¿por qué no?también está claro que necesita una actuación diferente a la de las otras camareras. Así que,sin más,utilizo esta lengua voraz para soltar una mentirijilla.
  • Hay un par de chicos muy guapos- No se puede negar lo evidente.- sentados en esa mesa. Y observo que aún no les han tomado nota. ¿Se me escapa algo?
El rostro del encargado se ilumina. Por primera vez lo encuentro casi agradable. Genial. He dado en el clavo.
Me acaricia los hombros feliz de la vida. A saber lo que se le pasaba por la cabeza,pero apostaría que ese hombre había perdido toda esperanza. Y a pesar de esa sonrisa tan extraña,me sigue resultando muy repulsivo que me trate con tanta confianza. Pobrecillo. Debo de haberle alegrado el día. Puede que la semana.
  • Exacto,exacto. Aún no les han tomado nota. Y creo que tú ya estás preparada para hacerlo. En la entrevista me dijiste que tienes experiencia como camarera.
Es cierto. Trabajé un par de veranos en el bar de mi tía para sacarme unos ahorrillos. Nada digno de mención. No obstante,por algo se empieza. Y se me daba bien. Dicen que tengo don de gentes. Dicen.
  • Sí,y aquí mismo he atendido a clientes en algunas ocasiones.
Otra respuesta correcta.
  • Maravilloso,maravilloso. Escúchame con atención. Vas a salir ahí fuera,libreta y bolígrafo en mano. Esbozarás una enorme y preciosa sonrisa,que invite a la simpatía. Te acercarás a esos chicos y les tomarás nota con la mayor educación,siendo lo más agradable posible. Luego les llevarás su pedido,se lo recogerás y cuando te lo indiquen,les traerás la cuenta,recogerás su dinero,y los acompañarás hasta la salida. Todo ello sin perder la sonrisa ni las formas.- Asimilé con rapidez y destreza cada una de sus palabras.- ¿Y sabes por qué vas a hacer todo esto?- Niego con la cabeza,aunque en realidad sí me hago una idea.- Porque es tu primer cliente de verdad. Y con esto te juegas más de lo que te crees.
Nos jugamos.- Digo para mí misma.
Y lo pienso,pero no lo hago público. Porque es verdad,soy consciente del prestigio que le concedería a este lugar el que los dos chicos de la mesa seis hablasen bien de él,o se hiciesen clientes asiduos. Y poco a poco,comienzo a ser consciente también de que YO voy a tener que ir a hablar con ellos,en persona. De que YO tendré que ser agradable,educada,y eficiente por mí y por toda la cafetería. De que YO,y sólo YO,estoy sola ante el peligro. Bueno,si es que a esas dos caritas de ángel se les puede llamar peligro. Un momento,pues claro que me suponen un peligro. Si no les soy de su agrado con sólo un gesto,una mala cara,o una crítica,estaré de patitas en la calle. Y lo digo literalmente. Sin sueldo,ya sabéis,ni piso en el centro,ni estudios en Londres. Empiezan a temblarme las piernas. No,no. De eso nada. Tengo que ser profesional. Ya no puedo echarme atrás. Si el jefe descubre que he mentido,estoy despedida igualmente. Habrá que echarle cara. Extiendo la mano hacia el encargado con decisión. Y ya estoy sumida en el papel que me ha tocado interpretar cuando él me otorga la libreta y el bolígrafo que cambiarán mi vida.

 http://www.youtube.com/watch?v=BTJcy6HKvLM

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