Hola,si eres un nuevo
lector,te sugiero para mayor disfrute,y que puedas comprender del
todo cómo funciona esta Internovela,que te dirijas a la entrada
llamada Instrucciones de Uso y leas su contenido. Gracias
por tu atención :)
Narra ¿....?
"Si
lo buscarais, tengo la extraña sensación de que descubriríais que
el amor en realidad, está en todas partes".
Ignoro
si está en todas partes,sólo lo he descubierto un lugar en el que
puedo contemplarlo a mi gusto con sólo desearlo. Eso sí,de 16:00 a
21:30 horas. Pasado ese horario,tengo que conformarme con la
esperanza de volver al día siguiente. De este modo,el lugar en el
que paso todas mis tardes desde un bendito miércoles en el que me
apeteció presentarme por allí,es la cafetería Monmouth.
En
este rincón se sirve un café delicioso, hasta ahora uno de los
mejores que he probado en Londres. Ubicado
en frente de Borough Market es el mejor lugar para a cualquier hora
sentarse a observar los personajes pasar. Y,sin duda,también es un
lugar ideal para enamorarse.
Narra
Nicole.
Dicen
que cuando conoces al amor de tu vida,el tiempo se detiene...
Big
Fish.
Mi
película favorita.
La
descubrí cuando tenía diez años,pero no es hasta la edad de quince
años cuando me decidí a verla dedicándole mis cinco sentidos desde
el principio hasta el final. Y diré sin pensarlo dos veces que es la
mejor decisión que he tomado nunca. Esa película me ha cambiado la
vida. Lloré desconsoladamente en el final,lo cual es raro. No me
explico por qué Titanic me dejó fría(¡Qué digo fría!¡Helada!)y
por el contrario,las lágrimas corren a sus anchas por mis mejillas
cuando el protagonista,el de las descabelladas locuras...¡Uy!¡Un
momento! No contaré el final,tal vez alguno de los que leéis ahora
esto estéis interesadas en ver la peli,y no seré yo quien os la
estropee. No hay nada en Big fish con lo que esté en desacuerdo.
Nada. Bueno tal vez con la frase que he escrito al comienzo de esta
narración. Soy romántica como ninguna otra,pero eso de que cuando
encuentras al amor de tu vida se detiene el tiempo... No sé. A mí,en
todo caso,cuando lo encontré a él,se me detuvo el corazón. Que
casi me da un jamacuco ahí mismo. El problema es que,tal vez dejó
de latirme por razones equivocadas. Intentaré ser clara. ¿Si se te
detiene el corazón cuando ves a un famoso?¿Es por amor o por el
simple hecho de estar frente a semejante personaje?Uff...ya,es
complicado. Mejor hago un flashback de esos que están de moda. Y
revivimos esta historia juntos. ¿Os parece? No respondáis. Allá
vamos.
Estoy limpiando una montaña de tazas
que me esperaban apiladas en forma de Torre de Pisa en el fregadero
de la cocina. Si no les saco brillo yo,estoy convencida de que nadie
se molestará en hacerlo. Es lo malo de ser la nueva en cualquier
trabajo,las tareas más sucias te las dejan a ti. Ahora soy conocida
por aquí como la chica-estropajo,o como ellos dicen: scourer-woman.
Sí,trabajo como camarera suplente en una buena cafetería de
Londres. Aún se me escapa el por qué de algo tan absurdo como
camarera suplente. Supongo que hay puestos para todo en este mundo. A
pesar de que odio lavar platos a mano y estar tan lejos de mi
hogar,no me quejo. Gracias a este trabajo,puedo permitirme los
estudios en la prestigiosa universidad de la ciudad. Conseguí una
beca,pero este último semestre he flaqueado un poco y me la han
retirado. De modo que sólo tengo este sueldo y poco más para pagar
mis gastos y el alquiler del piso. Es céntrico,pero por
suerte,comparto esa cuota con tres amigas más. Vinimos juntas a
vivir esta apasionante experiencia. Y juntas la estamos viviendo.
Cada una busca trabajo donde puede. Y a mí me ha tocado éste. Como
digo,no me quejo,podría ser mucho peor.
Upps.
No
queda Mistol.o como lo llamen en este país. Sí,me apaño bastante
bien con el inglés,pero todavía hay palabras que se me escapan,como
ésta. A ver ahora yo cómo se lo explico al encargado. Llevaré el
bote y punto. No veo otra solución más sencilla. Así que lo agarro
con las manos aún mojadas y dejo atrás la cocina pra asomarme al
mostrador. Me encuentro a toda la plantilla reunida en una esquina
formando un corro y cuchicheando. Esto sí que es extraño,y un poco
inquietante. Me acerco dudosa. Llevo tres meses,pero aún siento
reparo al preguntar según qué cosas. Las tres camareras,que también
rodan la veintena,hiperventilan o algo parecido mientras se llevan la
mano a la boca ahogando su emoción. Está bien,ahora siento terror.
¿Se puede saber qué está pasando?
- ¿Qué ocurre?
El
encargado,un hombre con el rostro serio y curtido por los años,se
vuelve y me observa con cara de circunstancias. Retrocedo un poco.
Ese hombre siempre consigue infringirme un respeto,más bien
temor,que no soy capaz de superar. Me indica con un gesto de la mano
que me aproxime. Antes de que lo haga,se vuelve y retorna a los
cuchicheos. La diferencia es que ahora sí me entero,porque me estoy
acercando a su corrillo y tengo autoridad para hacerlo. Sólo cumplo
órdenes. El encargado comenta algo con uno de los camareros.
- Puede que ella...
- Si ni siquiera es de aquí.
- ¡Por eso mismo! Sería la más indicada.
Ya
he llegado a ellos dos. Y a consecuencia,enmudecen de inmediato. El
camarero se retira un par de pasos,pero tropieza por el camino y
acaba arrastrando con él al suelo un par de platos,que se rompen en
diminutos pedazos. El estruendo resuena por toda la cafetería,lo que
provoca un exabrupto exasperado del encargado. Puede que sólo sea mi
impresión,no obstante,diría que andan todos un poco nerviosos.
El
empleado patoso(Nick,creo que se llama)recoge con habilidad los
platos rotos apenas medio segundo después de haber formado el
estropicio. Lo veo barrer y no me extraña que yo me tenga que
conformar con fregar platos,jamás alcanzaré el nivel de habilidad
barriendo que posee este chico. Cualificado para el puesto está,no
hay duda de ello.
A
todo esto que noto una mano en mi hombro. Reacciono bruscaente,soy
poco cariñosa,lo reconozco. No me gustan las confianzas. Aunque en
cuanto me doy la vuelta,lamento no ser un poco más tranquila con mis
reacciones. Es el encargado el que me ha tocado. Y lejos de estar
molesto con mi actuación,la ignora completamente y me pide que me
acerque al otro lado de la barra. Asiento y de nuevo cumplo órdenes.
Él me sigue guardando las distancias,y ambos nos desplazamos al
estremo de la sala,desde donde puedes salir a servir mesas y tomar
nota,o internarte en la cocina,mi guarida personal.
Miro
intrigada a mi jefe. Ya estamos aquí. ¿Y ahora qué? Éñ aproxima
mucho la boca a mi oreja derecha,y me susurra con complicidad,lo cual
me provoca una sensación muy desagradable. Ese hombre me saca al
menos treinta años.
- Méndez,- Sí,como buen jefe imponente,me llama por mi apellido.- disimula y no muestres ninguna expresión.- Asiento lentamente,un poco,bastante,compungida.- Ahora,quiero que muy despacito,sin que apenas se note,gires la cabeza y divises la mesa seis,la que está situada junto al ventanal,esquina derecha. Y te lo repito,disimula.
Sus
palabras me inquietan muchísimo,y a la vez me causan un interés
desproporcionado. Quiero volverme de una vez por todas y saber qué
sucede en la mesa seis,pero no olvido que necesito este trabajo como
pez el agua. Por el tono del encargado,intuyo que se trata de algo
muy importante,y no quiero jugarme el puesto desobedeciendo sus
órdenes.
Así
que actúo siguiendo al pie de la letra cada una de sus indicaciones.
Simulo que echo un ligero vistazo por lo clientes que están allí,sin
embargo,detengo instantanea y efectivamente la mirada en la mesa
señalada. ¡Y madre del amor hermoso lo que ven mis ojos! Dos chicos
que me son muy conocidos estan sentados en ella. Uno más que otro.
Al menos a mí,me llama más la atención. Hablan distraídos,ajenos
al revuelo que podría suponer su presencia en este lugar. Tengo
ganas de chillar,de llorar de la emoción,de hiperventilar,pero yo no
soy. Aunque pueda estar experimentando cierta sorpresa infinita por
dentro,no voy a exteriorizarlo. Va por delantee mi trabajo en la
cafetería y el sueldo tan necesario que gano gracias a él. Así que
me trago mis emociones y regreso a esa esquina,con el
encargado,mirándolo como si nada.
- Ya.- Le contesto con sequedad.
- ¿Y bien?
Trago
saliva. ¿Y bien qué? No sé que espera que responda. Ignoro si
quiere una respuesta de fan alocada,o una respuesta de chica que
ignora totalmente a qué se debe tanto revuelo. Si hago lo
primero,actuaré como las otras camareras,y no creo que busque
exactamente ese comportamiento. Si,por el contrario,me decido por la
segunda forma,tal vez parezca una inculta. Estamos en Londres. Aquí
eres un estúpido si no sabes quiénes son los chicos de la mesa
seis.
En
fin,el hombre que tengo delante busca una respuesta,y la quiere ya.
Quizá la solución sea profesionalidad ante todo,y,¿por qué
no?también está claro que necesita una actuación diferente a la de
las otras camareras. Así que,sin más,utilizo esta lengua voraz para
soltar una mentirijilla.
- Hay un par de chicos muy guapos- No se puede negar lo evidente.- sentados en esa mesa. Y observo que aún no les han tomado nota. ¿Se me escapa algo?
El
rostro del encargado se ilumina. Por primera vez lo encuentro casi
agradable. Genial. He dado en el clavo.
Me
acaricia los hombros feliz de la vida. A saber lo que se le pasaba
por la cabeza,pero apostaría que ese hombre había perdido toda
esperanza. Y a pesar de esa sonrisa tan extraña,me sigue resultando
muy repulsivo que me trate con tanta confianza. Pobrecillo. Debo de
haberle alegrado el día. Puede que la semana.
- Exacto,exacto. Aún no les han tomado nota. Y creo que tú ya estás preparada para hacerlo. En la entrevista me dijiste que tienes experiencia como camarera.
Es
cierto. Trabajé un par de veranos en el bar de mi tía para sacarme
unos ahorrillos. Nada digno de mención. No obstante,por algo se
empieza. Y se me daba bien. Dicen que tengo don de gentes. Dicen.
- Sí,y aquí mismo he atendido a clientes en algunas ocasiones.
Otra
respuesta correcta.
- Maravilloso,maravilloso. Escúchame con atención. Vas a salir ahí fuera,libreta y bolígrafo en mano. Esbozarás una enorme y preciosa sonrisa,que invite a la simpatía. Te acercarás a esos chicos y les tomarás nota con la mayor educación,siendo lo más agradable posible. Luego les llevarás su pedido,se lo recogerás y cuando te lo indiquen,les traerás la cuenta,recogerás su dinero,y los acompañarás hasta la salida. Todo ello sin perder la sonrisa ni las formas.- Asimilé con rapidez y destreza cada una de sus palabras.- ¿Y sabes por qué vas a hacer todo esto?- Niego con la cabeza,aunque en realidad sí me hago una idea.- Porque es tu primer cliente de verdad. Y con esto te juegas más de lo que te crees.
Nos
jugamos.- Digo para mí misma.
Y
lo pienso,pero no lo hago público. Porque es verdad,soy consciente
del prestigio que le concedería a este lugar el que los dos chicos
de la mesa seis hablasen bien de él,o se hiciesen clientes asiduos.
Y poco a poco,comienzo a ser consciente también de que YO voy a
tener que ir a hablar con ellos,en persona. De que YO tendré que ser
agradable,educada,y eficiente por mí y por toda la cafetería. De
que YO,y sólo YO,estoy sola ante el peligro. Bueno,si es que a esas
dos caritas de ángel se les puede llamar peligro. Un momento,pues
claro que me suponen un peligro. Si no les soy de su agrado con sólo
un gesto,una mala cara,o una crítica,estaré de patitas en la calle.
Y lo digo literalmente. Sin sueldo,ya sabéis,ni piso en el centro,ni
estudios en Londres. Empiezan a temblarme las piernas. No,no. De eso
nada. Tengo que ser profesional. Ya no puedo echarme atrás. Si el
jefe descubre que he mentido,estoy despedida igualmente. Habrá que
echarle cara. Extiendo la mano hacia el encargado con decisión. Y ya
estoy sumida en el papel que me ha tocado interpretar cuando él me
otorga la libreta y el bolígrafo que cambiarán mi vida.
http://www.youtube.com/watch?v=BTJcy6HKvLM
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