Narra Lenna.
Estoy
sumergida entre un millón de libros de texto abiertos de par en par.
Todos ellos se abren formando un hueco ocupado por el portátil,que
también está encendido. Tengo abierta la pestaña de internet y en
ella se refleja mi cuenta de Twitter. No hago más que mandar Tweets
sobre lo agotada que estoy de estudiar,a pesar de que acaba de
despuntar el alba,y apenas llegamos a las nueve de la mañana. Lo
curioso es que estoy tan pendiente de teclear para expresar mi
frustración,que apenas he memorizado tres páginas de sociología de
la comunicación. Joder,quiero ser reportera,pero no tenía ni idea
de que para situarse delante de la cámara y leer un par de noticias
escritas en el prónter,había que estudiar tanto. No es justo. Nadie
me avisó de dónde me metía cuando me matriculé en comunicación
audiovisual. Y para colmo,mañana es el examen que sirve como aviso
de los que están por llegar: los finales de Junio. Tengo miedo,ya lo
digo. Y también lo hago público en twitter. Noto una mano que se
apoya en mi hombro,y pego un bote en el sitio.
-El miedo a
suspender no se supera tuiteando,Lenna,sino estudiando. Y no creo
que @ChicaEnLlamas sepa mucho de sociología de la información.
Me vuelvo
furiosa hacia mi compañera de piso,Nicole,que me mira con una taza
de café entre las manos. A mí también me apetece una.
-Se llama
Sociología de la comunicación,lista.
Ella se limita
a encogerse de hombros con una sonrisita contenida que me pone de los
nervios.
-Es tu
asignatura,no la mía.
-¡Gilipollas!Déjame
y ponte tu también a hincar el codo,que no soy la única que se
examina mañana,creo recordar.
Ella suelta
una risita.
-Touché.
Se da la
vuelta y se dirige hacia la cocina. Creo que tiene allí los
libros,me he despertado esta mañana y ya me la he encontrado allí
estudiando. Se lo toma muy a pecho,no va sólo a por una buena
nota,sino a por la excelencia,para que le devuelvan la beca. Llegamos
aquí,a Londres,y se soltó demasiado la melena. Empezamos a salir de
fiesta todas la noches,y eso nos pasó factura. A ella más que a
nadie,porque ya traía el listón muy alto. En fin,son cosas que
pasan. Éramos nuevas en la universidad,teníamos que aprender. Y
vaya,si lo hicimos. Tres suspensos en el último semestre. He
recuperado dos,y el de mañana es el último que me queda. Luego,a
seguir estudiando para los exámenes de Junio. Esto es un no parar.
Ummm...voy a tuitear eso último.
Narra Nicole.
Me baño en
extraños términos jurídicos y definiciones que no se me quedan en
la cabeza. Llevo despierta desde las seis de la mañana y me he
acostado a las dos. O sea,que he dormido cuatro horas.
Fabuloso,fabuloso. En maldito momento se me ocurrió ser
jueza,tendría que haberme metido a periodismo,que era mi vocación.
Pero no. Tuvo que superarme mi curiosidad por el mundo judicial,y por
la justicia. Soy estúpida de remate.
Me bebo el
último sorbo de café de la segunda taza que llevo esta mañana.
Como siga así,me va a dar un ataque de nervios. En realidad,ya me
estoy subiendo por las paredes.
Un largo
bostezo llama mi atención desde la puerta de la cocina.
-Buenos días.
-Hola,Ir.
Otra de mis
compis de piso,Iris,está plantada en la entrada. Es como si esperase
mi permiso para entrar. Se supone que al saludarla,se lo
concedido,porque se acerca somnolienta a la nevera y empieza a
extraer cosas de ella. Deduzco que se va a hacer el desayuno más
extravagante y enorme del mundo. Sin embargo,no siento la curiosidad
que podría haber sentido en otra ocasión,y devuelvo la vista al
libro.
-¿No queda
jamón o qué?
No me molesto
ni en levantar la mirada.
-Lleva
apuntado en la lista de la compra desde hace una semana,pero como de
costumbre,se ha tenido que gastar para que os deis cuenta.
-Obviamente.
Si queda jamón,¿cómo lo voy a echar en falta?
Dejo escapar
una risa triste y cansada.
-Es verdad,ya
no sé ni lo que digo.
Iris deja la
nevera abierta y se sienta a mi lado,estudiándome con detenimiento.
Supongo que no debo tener muy buen aspecto.
-¿Desde qué
hora llevas levantada?
-Desde las
seis.
Creo que le
doy pena.
-Bueno,ya sólo
queda un día. Y después,hasta Junio.- Se levanta y cierra el
frigorífico.- Voy a lavarme la cara y luego hago unas tostadas con
mantequilla.
La dejo
marchar,sin informarle de que quien dice hasta Junio,dice hasta
dentro de mes y medio. Tampoco quiero ser muy ceniza. Iris es la
única de las que vivimos aquí que está limpia,es decir,no le quedó
ninguna asignatura en el último semestre,y por lo tanto no debe
recuperar nada. La envidio,aunque sin duda se lo ha ganado. Quien
estudia aprueba,o al menos,eso me esfuerzo por creer. Ella estudia
filología inglesa,quiere ser profesora de inglés. Una buena carrera
que debí haberme planteado en su época.
El telefonillo
resuena tan estrepitosamente por todo el piso,que creo que a las
presentes se nos sale el corazón por la boca. De hecho,Lenna es la
primera en manifestar su odio hacia el aparato.
-¡Joder!¡Tenemos
que cambiar ese cacharro!Será Natalia,que ha ido a comprar.
-¡Milagro!-
Exclamo sarcástica.
Lenna está
tan acostumbrada a mis réplicas,que ignora mi comentario.
-Abre
tú,Nico,que yo estoy estudiando.
¡Toma!¿Y yo
no?
Esto es
increíble. Me levanto soltando quejas en voz baja,lo bastante para
que sean oídas por mi compañera. La cocina conduce directamente a
la puerta de la entrada,donde está el telefonillo. No es un piso muy
grande,que digamos. Dos habitaciones,y en cada una dormimos dos de
nosotras. No tenemos un reparto muy determinado. A veces nos
acostamos en la cama que esté libre,porque cada una llega a una hora
distinta,y se acuesta cuando le parece. Es un estilo de vida un poco
caótico,pero muuuuuy divertido.
Descuelgo el
telefonillo con la mano derecha,mientras con la izquierda sostengo el
libro de texto y no paro de memorizar conceptos.
-¿Sí?
…
-…¿Camarera?Soy
Joey,el cliente de ayer,el del libro. ¿Estás lista para pasar el
día más increíble de tu vida?...
Aparto el
auricular de mi boca y maldigo el destino que ha permitido que esto
suceda. No lo había olvidado,pero como se fueron sin concretar
nada,supuse que tendría argumentos de sobra para faltar a la cita.
Lenna me pregunta desde el salón qué ocurre,pero hago oídos sordos
y vuelvo a acercar el telefonillo,y bajo mi tono de voz
considerablemente.
-Lo había
olvidado. Dame un minuto para arreglarme.
...
-...Vale,pero
sólo uno...- Si intenta hacerse el gracioso,no funciona.-
...¿Subo,o te espero aquí abajo?...
Abro los ojos
de par en par,alarmada. Si mis compañeras se enteran de que Joey
Fontana está en el portal de nuestro bloque,se liaría una de mucho
cuidado.
-¡Abajo!
Cuelgo el
auricular. ¿He gritado?He gritado,¿verdad?¡He gritado!
Lenna se ha
levantado y viene con paso veloz hacia mí,sus ojos lanzan destellos
de curiosidad.
-¿Qué pasa?
Me hago la
loca.
-¿Qué?Nada.
-Has gritado:
¡Abajo!
Lo sabía. He
gritado.
Paso de largo
a Lenna y me dirijo hacia la habitación en la que está mi
armario,porque eso sí lo tenemos muy definido. Y mi amiga,que es muy
pesada para algunas cosas,me sigue por toda la casa. Tengo que
decirle cualquier mentira para que sacie su curiosidad.
-Era
Natalia,que se le ha olvidado comprar jamón,y ya sabes que no
podemos vivir sin jamón. Así que la he mandado de nuevo abajo,al
supermercado.
Parece que
cuela. Lenna,que es la defensora de las causas perdidas,no iba a ser
menos esta vez.
-¡Qué
mala,Nicole!Pobre Natalia,que le has gritado y todo por un puto
paquete de jamón.
Extraigo del
armario unos vaqueros y una camiseta cualquiera y me empiezo a
desvestir ahí mismo. Lenna parece contrariada.
-Tienes razón
me he pasado. En cuanto regrese le pido perdón. Y ahora,si me
disculpas...
Ahora está
ofendida.
-Tranquila,Nicole,que
nadie tiene interés en verte desnuda.
-Eso tú no lo
sabes.
Y a
continuación se asusta.
-Estás
loca,¿eh?
Se da media
vuelta y desaparece de la habitación. Y yo me visto a la velocidad
de la luz,me cepillo el pelo y me calzo a la vez. Y todo por
conservar un puñetero trabajo. Pues sí,sí que estoy loca.
Narra Iris.
En realidad,no
me estoy lavando la cara. ¿Quién se lava la cara antes de
desayunar? Yo lo hago así: me despierto,me desperezo,me
levanto,desayuno,y luego me aseo y me visto. Aunque he visto
personas,como Nicole,que nada más levantarse,corre a darse una ducha
fría. Dice que es bueno para la circulación,pero,sinceramente,eso
no puede ser bueno para salud. En fin,que haga lo que quiera. Hay
gente para todo.
Lo que hago en
el baño es hablar con mi...¿novio? No sé como llamarlo llevamos
media vida juntos,pero sufrimos tantos altibajos que me da miedo
ponerle un nombre. El chico en cuestión se llama Gastón,y lo
conozco desde que me alcanza la memoria. A él se lo cuento todo. Y
lo quiero como a si de mi propia sangre se tratase. ¿Que por qué no
se lo digo a mis amigas? Por eso mismo,porque Gastón y yo vamos y
venimos,un día nos regalamos los oídos y al otro nos insultamos con
intensidad. Y sé que como amigas mías que son,no aprobarían esa
relación. De hecho,nadie de mi entorno lo sabe. Es un secreto.
-Un amor
prohibido. Eso tiene mucho morbo.
A Gastón le
encanta vivir nuestro romance a espaldas de la gente.
-Jajajaja,no
seas estúpido.Sólo es la
verdad. Lamento la distancia. ¿Qué harás esta noche?
Está cursando
sus estudios es España. Yo elegí trasladarme hasta Londres para ver
mundo,pero ni con esas nos hemos separado.
-Mmm...Soñar
contigo. ¿Y tú?
-Pues voy a
una fiesta de la facultad con Sonia. Te hablé de ella,¿no?
-Sí,sí. Lo
que no sé es qué haces saliendo con ella si sabes que va detrás
tuya.
Escucho un
resoplo al otro lado de la línea.
-Ya lo hemos
hablado. Nadie sabe que estamos saliendo. Sonia es una chica guapa,y
no puedo seguir evitándola sin ningún motivo.
-O sea,que te
liarás con ella,porque nuestro noviazgo es secreto.
-No empieces
con los celos.
-¡No!¡No
empieces tú con las gilipolleces!
De pronto
alguien llama al otro lado de la puerta. Enmudezco.
-Iris,necesito
entrar. ¿Cuánto tardas en lavarte la cara?
Genial. Cuelgo
sin despedirme y abro el pestillo del baño para que entre Lenna.
Está vestida y peinada. ¿Para qué?Que yo sepa,los libros no tienen
ojos ni esperan verla arreglada. De todos modos,si hay alguien que no
está en condiciones de hacer preguntas, soy yo. Salgo del baño y me
encamino hacia la cocina,para desayunar. Eso es lo que estoy
haciendo,cuando minutos después,Nicole pasa disparada por delante de
la puerta. No puedo evitar asomarme y verla lista para salir.
-¿Dónde vas
ahora?¿No tenías que estudiar un montón?
A modo de
respuesta ella me muestra un grueso libro de tapas azuladas que lleva
entre los brazos. Debe de pesar un quintal.
-Voy a la
biblioteca. Hay allí unos cuantos compañeros de clase. Nos
ayudaremos entre nosotros. Hasta luego.
Cierra la
puerta tras ella. Me he quedado igual tras su escueta explicación.
Miro a Lenna en busca de respuestas,pero ella parece saber lo mismo
que yo. Se encoge de hombros.
-¿De qué te
sorprendes?¡Es Nicole!
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