sábado, 15 de septiembre de 2012

Capítulo 5. The tide is high.


Narra Lenna.
Estoy sumergida entre un millón de libros de texto abiertos de par en par. Todos ellos se abren formando un hueco ocupado por el portátil,que también está encendido. Tengo abierta la pestaña de internet y en ella se refleja mi cuenta de Twitter. No hago más que mandar Tweets sobre lo agotada que estoy de estudiar,a pesar de que acaba de despuntar el alba,y apenas llegamos a las nueve de la mañana. Lo curioso es que estoy tan pendiente de teclear para expresar mi frustración,que apenas he memorizado tres páginas de sociología de la comunicación. Joder,quiero ser reportera,pero no tenía ni idea de que para situarse delante de la cámara y leer un par de noticias escritas en el prónter,había que estudiar tanto. No es justo. Nadie me avisó de dónde me metía cuando me matriculé en comunicación audiovisual. Y para colmo,mañana es el examen que sirve como aviso de los que están por llegar: los finales de Junio. Tengo miedo,ya lo digo. Y también lo hago público en twitter. Noto una mano que se apoya en mi hombro,y pego un bote en el sitio.
-El miedo a suspender no se supera tuiteando,Lenna,sino estudiando. Y no creo que @ChicaEnLlamas sepa mucho de sociología de la información.
Me vuelvo furiosa hacia mi compañera de piso,Nicole,que me mira con una taza de café entre las manos. A mí también me apetece una.
-Se llama Sociología de la comunicación,lista.
Ella se limita a encogerse de hombros con una sonrisita contenida que me pone de los nervios.
-Es tu asignatura,no la mía.
-¡Gilipollas!Déjame y ponte tu también a hincar el codo,que no soy la única que se examina mañana,creo recordar.
Ella suelta una risita.
-Touché.
Se da la vuelta y se dirige hacia la cocina. Creo que tiene allí los libros,me he despertado esta mañana y ya me la he encontrado allí estudiando. Se lo toma muy a pecho,no va sólo a por una buena nota,sino a por la excelencia,para que le devuelvan la beca. Llegamos aquí,a Londres,y se soltó demasiado la melena. Empezamos a salir de fiesta todas la noches,y eso nos pasó factura. A ella más que a nadie,porque ya traía el listón muy alto. En fin,son cosas que pasan. Éramos nuevas en la universidad,teníamos que aprender. Y vaya,si lo hicimos. Tres suspensos en el último semestre. He recuperado dos,y el de mañana es el último que me queda. Luego,a seguir estudiando para los exámenes de Junio. Esto es un no parar. Ummm...voy a tuitear eso último.






Narra Nicole.
Me baño en extraños términos jurídicos y definiciones que no se me quedan en la cabeza. Llevo despierta desde las seis de la mañana y me he acostado a las dos. O sea,que he dormido cuatro horas. Fabuloso,fabuloso. En maldito momento se me ocurrió ser jueza,tendría que haberme metido a periodismo,que era mi vocación. Pero no. Tuvo que superarme mi curiosidad por el mundo judicial,y por la justicia. Soy estúpida de remate.
Me bebo el último sorbo de café de la segunda taza que llevo esta mañana. Como siga así,me va a dar un ataque de nervios. En realidad,ya me estoy subiendo por las paredes.
Un largo bostezo llama mi atención desde la puerta de la cocina.
-Buenos días. 
-Hola,Ir.
Otra de mis compis de piso,Iris,está plantada en la entrada. Es como si esperase mi permiso para entrar. Se supone que al saludarla,se lo concedido,porque se acerca somnolienta a la nevera y empieza a extraer cosas de ella. Deduzco que se va a hacer el desayuno más extravagante y enorme del mundo. Sin embargo,no siento la curiosidad que podría haber sentido en otra ocasión,y devuelvo la vista al libro.
-¿No queda jamón o qué?
No me molesto ni en levantar la mirada.
-Lleva apuntado en la lista de la compra desde hace una semana,pero como de costumbre,se ha tenido que gastar para que os deis cuenta. 
-Obviamente. Si queda jamón,¿cómo lo voy a echar en falta?
Dejo escapar una risa triste y cansada.
-Es verdad,ya no sé ni lo que digo.
Iris deja la nevera abierta y se sienta a mi lado,estudiándome con detenimiento. Supongo que no debo tener muy buen aspecto.
-¿Desde qué hora llevas levantada?
-Desde las seis.
Creo que le doy pena.
-Bueno,ya sólo queda un día. Y después,hasta Junio.- Se levanta y cierra el frigorífico.- Voy a lavarme la cara y luego hago unas tostadas con mantequilla.
La dejo marchar,sin informarle de que quien dice hasta Junio,dice hasta dentro de mes y medio. Tampoco quiero ser muy ceniza. Iris es la única de las que vivimos aquí que está limpia,es decir,no le quedó ninguna asignatura en el último semestre,y por lo tanto no debe recuperar nada. La envidio,aunque sin duda se lo ha ganado. Quien estudia aprueba,o al menos,eso me esfuerzo por creer. Ella estudia filología inglesa,quiere ser profesora de inglés. Una buena carrera que debí haberme planteado en su época.
El telefonillo resuena tan estrepitosamente por todo el piso,que creo que a las presentes se nos sale el corazón por la boca. De hecho,Lenna es la primera en manifestar su odio hacia el aparato.
-¡Joder!¡Tenemos que cambiar ese cacharro!Será Natalia,que ha ido a comprar.
-¡Milagro!- Exclamo sarcástica.
Lenna está tan acostumbrada a mis réplicas,que ignora mi comentario.
-Abre tú,Nico,que yo estoy estudiando.
¡Toma!¿Y yo no?
Esto es increíble. Me levanto soltando quejas en voz baja,lo bastante para que sean oídas por mi compañera. La cocina conduce directamente a la puerta de la entrada,donde está el telefonillo. No es un piso muy grande,que digamos. Dos habitaciones,y en cada una dormimos dos de nosotras. No tenemos un reparto muy determinado. A veces nos acostamos en la cama que esté libre,porque cada una llega a una hora distinta,y se acuesta cuando le parece. Es un estilo de vida un poco caótico,pero muuuuuy divertido.
Descuelgo el telefonillo con la mano derecha,mientras con la izquierda sostengo el libro de texto y no paro de memorizar conceptos.
-¿Sí?
-…¿Camarera?Soy Joey,el cliente de ayer,el del libro. ¿Estás lista para pasar el día más increíble de tu vida?...
Aparto el auricular de mi boca y maldigo el destino que ha permitido que esto suceda. No lo había olvidado,pero como se fueron sin concretar nada,supuse que tendría argumentos de sobra para faltar a la cita. Lenna me pregunta desde el salón qué ocurre,pero hago oídos sordos y vuelvo a acercar el telefonillo,y bajo mi tono de voz considerablemente.
-Lo había olvidado. Dame un minuto para arreglarme.
... 
-...Vale,pero sólo uno...- Si intenta hacerse el gracioso,no funciona.- ...¿Subo,o te espero aquí abajo?...
Abro los ojos de par en par,alarmada. Si mis compañeras se enteran de que Joey Fontana está en el portal de nuestro bloque,se liaría una de mucho cuidado.
-¡Abajo!
Cuelgo el auricular. ¿He gritado?He gritado,¿verdad?¡He gritado!
Lenna se ha levantado y viene con paso veloz hacia mí,sus ojos lanzan destellos de curiosidad.
-¿Qué pasa?
Me hago la loca.
-¿Qué?Nada.
-Has gritado: ¡Abajo!
Lo sabía. He gritado.
Paso de largo a Lenna y me dirijo hacia la habitación en la que está mi armario,porque eso sí lo tenemos muy definido. Y mi amiga,que es muy pesada para algunas cosas,me sigue por toda la casa. Tengo que decirle cualquier mentira para que sacie su curiosidad.
-Era Natalia,que se le ha olvidado comprar jamón,y ya sabes que no podemos vivir sin jamón. Así que la he mandado de nuevo abajo,al supermercado.
Parece que cuela. Lenna,que es la defensora de las causas perdidas,no iba a ser menos esta vez.
-¡Qué mala,Nicole!Pobre Natalia,que le has gritado y todo por un puto paquete de jamón.
Extraigo del armario unos vaqueros y una camiseta cualquiera y me empiezo a desvestir ahí mismo. Lenna parece contrariada.
-Tienes razón me he pasado. En cuanto regrese le pido perdón. Y ahora,si me disculpas...
Ahora está ofendida.
-Tranquila,Nicole,que nadie tiene interés en verte desnuda. 
-Eso tú no lo sabes.
Y a continuación se asusta.
-Estás loca,¿eh?
Se da media vuelta y desaparece de la habitación. Y yo me visto a la velocidad de la luz,me cepillo el pelo y me calzo a la vez. Y todo por conservar un puñetero trabajo. Pues sí,sí que estoy loca.








Narra Iris.
En realidad,no me estoy lavando la cara. ¿Quién se lava la cara antes de desayunar? Yo lo hago así: me despierto,me desperezo,me levanto,desayuno,y luego me aseo y me visto. Aunque he visto personas,como Nicole,que nada más levantarse,corre a darse una ducha fría. Dice que es bueno para la circulación,pero,sinceramente,eso no puede ser bueno para salud. En fin,que haga lo que quiera. Hay gente para todo.
Lo que hago en el baño es hablar con mi...¿novio? No sé como llamarlo llevamos media vida juntos,pero sufrimos tantos altibajos que me da miedo ponerle un nombre. El chico en cuestión se llama Gastón,y lo conozco desde que me alcanza la memoria. A él se lo cuento todo. Y lo quiero como a si de mi propia sangre se tratase. ¿Que por qué no se lo digo a mis amigas? Por eso mismo,porque Gastón y yo vamos y venimos,un día nos regalamos los oídos y al otro nos insultamos con intensidad. Y sé que como amigas mías que son,no aprobarían esa relación. De hecho,nadie de mi entorno lo sabe. Es un secreto.
-Un amor prohibido. Eso tiene mucho morbo.
A Gastón le encanta vivir nuestro romance a espaldas de la gente.
-Jajajaja,no seas estúpido.Sólo es la verdad. Lamento la distancia. ¿Qué harás esta noche?
Está cursando sus estudios es España. Yo elegí trasladarme hasta Londres para ver mundo,pero ni con esas nos hemos separado.
-Mmm...Soñar contigo. ¿Y tú?
-Pues voy a una fiesta de la facultad con Sonia. Te hablé de ella,¿no?
-Sí,sí. Lo que no sé es qué haces saliendo con ella si sabes que va detrás tuya.
Escucho un resoplo al otro lado de la línea.
-Ya lo hemos hablado. Nadie sabe que estamos saliendo. Sonia es una chica guapa,y no puedo seguir evitándola sin ningún motivo.
-O sea,que te liarás con ella,porque nuestro noviazgo es secreto.
-No empieces con los celos.
-¡No!¡No empieces tú con las gilipolleces!
De pronto alguien llama al otro lado de la puerta. Enmudezco. 
-Iris,necesito entrar. ¿Cuánto tardas en lavarte la cara?
Genial. Cuelgo sin despedirme y abro el pestillo del baño para que entre Lenna. Está vestida y peinada. ¿Para qué?Que yo sepa,los libros no tienen ojos ni esperan verla arreglada. De todos modos,si hay alguien que no está en condiciones de hacer preguntas, soy yo. Salgo del baño y me encamino hacia la cocina,para desayunar. Eso es lo que estoy haciendo,cuando minutos después,Nicole pasa disparada por delante de la puerta. No puedo evitar asomarme y verla lista para salir.
-¿Dónde vas ahora?¿No tenías que estudiar un montón?
A modo de respuesta ella me muestra un grueso libro de tapas azuladas que lleva entre los brazos. Debe de pesar un quintal.
-Voy a la biblioteca. Hay allí unos cuantos compañeros de clase. Nos ayudaremos entre nosotros. Hasta luego.
Cierra la puerta tras ella. Me he quedado igual tras su escueta explicación. Miro a Lenna en busca de respuestas,pero ella parece saber lo mismo que yo. Se encoge de hombros.
-¿De qué te sorprendes?¡Es Nicole!
 http://www.youtube.com/watch?v=8dEL4wuUzew

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