Narra Nicole.
Como suponía,el jefe me está echando
la bronca. No eleva el tono de voz sobre los límites que separan una
recomendación de un grito. Igualmente,no es necesario. Sus palabras
son claras y bastantes duras. Me tacha de incapacitada para el puesto
y metepatas. Al menos yo he tenido la valentía y la tranquilidad de
acercarme como si nada a atender a dos de los chicos más famosos de
Londres. Hace falta sangre fría para hacer algo así sin que te
tiemble el pulso,pero es necesario tenerla helada para expresar lo
que me pasa por la cabeza al encargado. Y soy lo suficiente
inteligente para saber que si aún tengo una posibilidad de mantener
mi puesto,no debo abrir la boca. Sólo asentir. Y eso es lo
hago,mordiéndome la lengua con fuerza.
Intento adivinar que sucederá a
continuación cuanto noto que el jefe ha enmudecido y ya no me mira a
mí,sino más allá de mi persona. Resulta estremecedor ver cómo se
dibuja una sonrisa repleta de dientes en su rostro,poco acostumbrado
a ese ejercicio. Pero tal milagro no es por ni para
mí,afortunadamente. Ya obtuve algo parecido a una muestra de
simpatía por su parte un rato antes,y os aseguro que no quiero
repetir.
-Date la vuelta y sonríe como si te
fuese la vida en ello.- Masculla.
Hago lo que me dice sin rechistar.
Todavía no me acostumbro a recibir órdenes extrañas sin ninguna
explicación. Estoy en ello.
A pesar de que estoy a punto de ser
despedida,fuerzo una estupenda sonrisa,y me giro dando un brinco,tal
y como si hoy fuese el día más feliz de toda mi vida. Todo es
posible,y puede que lo sea. No tiene buena pinta,pero quién sabe.
Me topo a pocos centrímetros de
distancia con el rostro también eufórico de Joey.
Es todo tan extraño y escalofriante. Me parece que soy la única en
este trío de la felicidad que no sabe por qué sonríe. Qué cosas
pasan de vez en cuando.
El encargado pasa por mi lado
ignorándome absolutamente y se sitúa frente a Joey.
Le tiende la mano en una muestra de respeto y...¿admiración? A
saber. Yo ya me lo espero todo.
-Señor Fontana. Nos halaga su
presencia y la del Señor Lorens en nuestro humilde establecimiento.
¿Está siendo de su agrado nuestra atención?
Madre. Si le habla casi como si se
tratase de la familia real. Como si tuviese delante a la mismísima
Reina de Inglaterra. Alguien debería decirle a ese hombre que sólo
es un chico de diecinueve años que se dedica a escribir.
-Fantástica,muchas
gracias.- Joey
hace una pausa y busca algo con la mirada por la sala. Se detiene
sobre mis ojos. Ah,vale,que soy yo.- En realidad,me he acercado para
alabar el excelente trabajo de su empleada. La que nos ha atendido.
¿En serio?
Debe tratarse de una broma.
¡Pero si le he pegado innnumerables
cortes,le he dado largas,lo he hecho parecer estúpido,y encima se me
ha caído la bandeja al suelo y he rechazado su ayuda! No,enserio.
¿Dónde está la cámara oculta?
El encargado parece tan sorprendido
como yo. Me mira a mí,y luego a Joey.
Después,se vuelve otra vez hacia mí. Mmm...Diría que él tampoco
está en el ajo.
-Ah...Eso nos complace mucho.- Me hace
un gesto con la mano para que me acerque.- Ven,Méndez. Acércate.
Asiento en silencio y camino recelosa.
-Quisiera invitarte como recompensa
por tu buen hacer a un día de trabajo en el estudio.
¿Queeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeé?
Ahora mismo estoy flipando en colores.
Joey Fontana. Puedo ir a ver cómo trabaja en su nuevo libro. Eso
es...eso es...sencillamente maravilloso. Es alucinante. Si se
enterase Iris...Me
estrangularía para ocupar ella mi puesto. Si ser fan de algo o
alguien tuviese un nombre,sería Iris,está claro. Tiene la edición
exclusiva de su primer y único libro,Monday Mornin',y la habitación
repleta de posters suyos. Aparte conoce de memoria su fecha de
nacimiento,signo del zodíaco,por no hablar de un montón de datos
raros. Sí,si se lo cuento,primero se desmayará,luego
llorará,hiperventilará,y finalmente,acabará conmigo.
Sonrío
imaginándome la escena. Y Joey
debe creer que se debe a su ofrecimiento,porque parece muy orgulloso.
-Veo
que te entusiasma la idea.
Yo
sigo pensando en Ivette y sus excentricidades. Así que no soy muy
consciente de mis palabras.
-...¿Qué?...
Una
vez más,alguien cree que puede interpretar lo que me pasa por la
cabeza,y el encargado interviene en mi ayuda.
-Ah,es
que ella no es de aquí y no os conoce.
Ahora
el que flipa es Joey.
-¿¿¿¿No
me conoces????¿Es en serio?
Hombre,realmente
sí sé quiénes son éste creído y a qué se debe su fama mundial.
Pero hay dos motivos para no decirle la verdad: me enfurece que se
crea tan importante como para escandalizarse porque alguien no sepa
de sus existencia,y dos,más importante,le he dicho al jefe que no
tenía ni idea quiénes eran los dos chicos sentados en la mesa seis.
Bueno,se lo he dado a entender. Tengo que mantener mi mentira para
así salvaguardar mi puesto,porque,tras las agradecidas palabras de
Joey
,no creo que me despidan.
Me
meto en mi papel.
-¿Eres
famoso o algo así?
No
sé si está demasiado sorprendido o incluso molesto.
-Algo
así,sí. Sólo somos el autor del best seller de moda y el hijo del
magnate dueño de una editorial mundialmente conocida. Casi nada.
-Méndez,el
libro se llama Monday Mornin'. Mooooondaaaaaay Mooooorniiin'.
Gracias,señor
encargado. Su información de excaso valor y la forma de hacérmela
llegar de una forma tan humillante ha sido muy valiosa. Gracias.
-Ah,vale.-
Digo,como si nada.
-¡Eso
lo explica todo!- Comenta Joey
de
repente. Luego se calma y pasa a otra cosa como si nada. Este chico
no está bien.- Bueno,pues vas a venir mañana con nosotros al
estudio y te vas a enterar de quién es Joey Fontana.
Eso
será si yo quiero.
¿Y
quiero? Sí,me encantaría. No obstante,mañana es el día antes de
un examen bastante clave en la universidad. Tengo que estudiar como
nunca he estudiado. Necesito que me vuelvan a dar la beca.
Tal
vez,si se lo digo a Iris,ella querrá ir. O mejor no,podría ocurrir
una tragedia. Jiji.
-Lo
siento,pero no puedo.
Joey
sigue flipando. Y el encargado también parece horrorizado con mi
respuesta. Me agarra del brazo con una dulzura fingida,porque lo
cierto es que me hace bastante daño.
-Pero,chica,¡¿Qué
dices?!Da igual lo que tengas,incluso te doy la tarde libre en el
trabajo. Una ocasión así,no se puede desperdiciar.
-Es
que tengo que estudiar...
-Nada.
Déjate de tonterías. Irás a ese estudio y no se hable más.
Resoplo
con fastidio y le dedico una mirada de odio a Joey,ya
que al encargado no puedo regalársela. Sigue siendo mi jefe. Y justo
por eso,sé que tendré que ir. Indirectamente me está diciendo que
elija: O los estudios,o el trabajo. La beca es dinero,sí,pero el
sueldo que gano aquí también lo necesito. Mierda,mierda,mierda.
-Vale.
Voy a por la cuenta.
http://www.youtube.com/watch?v=mFerLNdpwO4
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