lunes, 10 de septiembre de 2012

Capítulo 4. One way or another.


Narra Nicole.
Como suponía,el jefe me está echando la bronca. No eleva el tono de voz sobre los límites que separan una recomendación de un grito. Igualmente,no es necesario. Sus palabras son claras y bastantes duras. Me tacha de incapacitada para el puesto y metepatas. Al menos yo he tenido la valentía y la tranquilidad de acercarme como si nada a atender a dos de los chicos más famosos de Londres. Hace falta sangre fría para hacer algo así sin que te tiemble el pulso,pero es necesario tenerla helada para expresar lo que me pasa por la cabeza al encargado. Y soy lo suficiente inteligente para saber que si aún tengo una posibilidad de mantener mi puesto,no debo abrir la boca. Sólo asentir. Y eso es lo hago,mordiéndome la lengua con fuerza.
Intento adivinar que sucederá a continuación cuanto noto que el jefe ha enmudecido y ya no me mira a mí,sino más allá de mi persona. Resulta estremecedor ver cómo se dibuja una sonrisa repleta de dientes en su rostro,poco acostumbrado a ese ejercicio. Pero tal milagro no es por ni para mí,afortunadamente. Ya obtuve algo parecido a una muestra de simpatía por su parte un rato antes,y os aseguro que no quiero repetir.
-Date la vuelta y sonríe como si te fuese la vida en ello.- Masculla.
Hago lo que me dice sin rechistar. Todavía no me acostumbro a recibir órdenes extrañas sin ninguna explicación. Estoy en ello.
A pesar de que estoy a punto de ser despedida,fuerzo una estupenda sonrisa,y me giro dando un brinco,tal y como si hoy fuese el día más feliz de toda mi vida. Todo es posible,y puede que lo sea. No tiene buena pinta,pero quién sabe.
Me topo a pocos centrímetros de distancia con el rostro también eufórico de Joey. Es todo tan extraño y escalofriante. Me parece que soy la única en este trío de la felicidad que no sabe por qué sonríe. Qué cosas pasan de vez en cuando.
El encargado pasa por mi lado ignorándome absolutamente y se sitúa frente a Joey. Le tiende la mano en una muestra de respeto y...¿admiración? A saber. Yo ya me lo espero todo.
-Señor Fontana. Nos halaga su presencia y la del Señor Lorens en nuestro humilde establecimiento. ¿Está siendo de su agrado nuestra atención?
Madre. Si le habla casi como si se tratase de la familia real. Como si tuviese delante a la mismísima Reina de Inglaterra. Alguien debería decirle a ese hombre que sólo es un chico de diecinueve años que se dedica a escribir. 
-Fantástica,muchas gracias.- Joey hace una pausa y busca algo con la mirada por la sala. Se detiene sobre mis ojos. Ah,vale,que soy yo.- En realidad,me he acercado para alabar el excelente trabajo de su empleada. La que nos ha atendido.
¿En serio?
Debe tratarse de una broma.
¡Pero si le he pegado innnumerables cortes,le he dado largas,lo he hecho parecer estúpido,y encima se me ha caído la bandeja al suelo y he rechazado su ayuda! No,enserio. ¿Dónde está la cámara oculta?
El encargado parece tan sorprendido como yo. Me mira a mí,y luego a Joey. Después,se vuelve otra vez hacia mí. Mmm...Diría que él tampoco está en el ajo.
-Ah...Eso nos complace mucho.- Me hace un gesto con la mano para que me acerque.- Ven,Méndez. Acércate.
Asiento en silencio y camino recelosa.
-Quisiera invitarte como recompensa por tu buen hacer a un día de trabajo en el estudio.
¿Queeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeé?
Ahora mismo estoy flipando en colores. Joey Fontana. Puedo ir a ver cómo trabaja en su nuevo libro. Eso es...eso es...sencillamente maravilloso. Es alucinante. Si se enterase Iris...Me estrangularía para ocupar ella mi puesto. Si ser fan de algo o alguien tuviese un nombre,sería Iris,está claro. Tiene la edición exclusiva de su primer y único libro,Monday Mornin',y la habitación repleta de posters suyos. Aparte conoce de memoria su fecha de nacimiento,signo del zodíaco,por no hablar de un montón de datos raros. Sí,si se lo cuento,primero se desmayará,luego llorará,hiperventilará,y finalmente,acabará conmigo.
Sonrío imaginándome la escena. Y Joey debe creer que se debe a su ofrecimiento,porque parece muy orgulloso.
-Veo que te entusiasma la idea.
Yo sigo pensando en Ivette y sus excentricidades. Así que no soy muy consciente de mis palabras.
-...¿Qué?...
Una vez más,alguien cree que puede interpretar lo que me pasa por la cabeza,y el encargado interviene en mi ayuda.
-Ah,es que ella no es de aquí y no os conoce.
Ahora el que flipa es Joey.
-¿¿¿¿No me conoces????¿Es en serio?
Hombre,realmente sí sé quiénes son éste creído y a qué se debe su fama mundial. Pero hay dos motivos para no decirle la verdad: me enfurece que se crea tan importante como para escandalizarse porque alguien no sepa de sus existencia,y dos,más importante,le he dicho al jefe que no tenía ni idea quiénes eran los dos chicos sentados en la mesa seis. Bueno,se lo he dado a entender. Tengo que mantener mi mentira para así salvaguardar mi puesto,porque,tras las agradecidas palabras de Joey ,no creo que me despidan.
Me meto en mi papel.
-¿Eres famoso o algo así?
No sé si está demasiado sorprendido o incluso molesto.
-Algo así,sí. Sólo somos el autor del best seller de moda y el hijo del magnate dueño de una editorial mundialmente conocida. Casi nada.
-Méndez,el libro se llama Monday Mornin'. Mooooondaaaaaay Mooooorniiin'.
Gracias,señor encargado. Su información de excaso valor y la forma de hacérmela llegar de una forma tan humillante ha sido muy valiosa. Gracias.
-Ah,vale.- Digo,como si nada. 
-¡Eso lo explica todo!- Comenta Joey de repente. Luego se calma y pasa a otra cosa como si nada. Este chico no está bien.- Bueno,pues vas a venir mañana con nosotros al estudio y te vas a enterar de quién es Joey Fontana.
Eso será si yo quiero.
¿Y quiero? Sí,me encantaría. No obstante,mañana es el día antes de un examen bastante clave en la universidad. Tengo que estudiar como nunca he estudiado. Necesito que me vuelvan a dar la beca.
Tal vez,si se lo digo a Iris,ella querrá ir. O mejor no,podría ocurrir una tragedia. Jiji.
-Lo siento,pero no puedo.
Joey sigue flipando. Y el encargado también parece horrorizado con mi respuesta. Me agarra del brazo con una dulzura fingida,porque lo cierto es que me hace bastante daño.
-Pero,chica,¡¿Qué dices?!Da igual lo que tengas,incluso te doy la tarde libre en el trabajo. Una ocasión así,no se puede desperdiciar.
-Es que tengo que estudiar...
-Nada. Déjate de tonterías. Irás a ese estudio y no se hable más.
Resoplo con fastidio y le dedico una mirada de odio a Joey,ya que al encargado no puedo regalársela. Sigue siendo mi jefe. Y justo por eso,sé que tendré que ir. Indirectamente me está diciendo que elija: O los estudios,o el trabajo. La beca es dinero,sí,pero el sueldo que gano aquí también lo necesito. Mierda,mierda,mierda.
-Vale. Voy a por la cuenta.
 http://www.youtube.com/watch?v=mFerLNdpwO4


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